Gracias a un antiguo modelo matemático descrito por el filósofo griego Parménides, los investigadores lograron recrear el mecanismo de este antiguo artefacto.
Ciudad de México, 14 de marzo (RT).- Investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica del University College de Londres han logrado descifrar cómo funcionaba el mecanismo de Anticitera, un artefacto mecánico considerado como la primera computadora analógica de la historia, y que se utilizaba para predecir acontecimientos astronómicos, informó la institución educativa a través de un comunicado.
Desde que fue recuperado 1901 de un naufragio de la época romana frente a las costas griegas, distintas investigaciones han arrojado luz sobre la naturaleza del funcionamiento del dispositivo, de unos dos mil años. Sin embargo, la forma en que este antiguo calculador astronómico predecía las posiciones del Sol, la Luna o los planetas, así como la ocurrencia de eclipses y otros fenómenos celestes, seguía siendo un misterio, ya que únicamente sobrevivió un tercio del mecanismo.
Investigaciones anteriores habían utilizado en 2005 rayos X para revelar inscripciones y caracteres ocultos en los paneles frontales, traseros e interiores del artefacto. Entre la información descubierta, dos números, el 462 y 442, llamaron la atención de los académicos, ya que estas cifras coinciden con los ciclos sinódicos de Venus y Saturno, respectivamente.
Recrean el mecanismo de Anticitera.
A Model of the Cosmos in the ancient Greek Antikythera Mechanismhttps://t.co/zF5MpUyi7o
— Gisela Baños (@gisbanos) March 13, 2021
Los ciclos revelados para estos dos planetas, junto con un antiguo método matemático griego descrito por el filósofo Parménides, permitieron al equipo modelar por computadora un sistema de engranajes con la cantidad adecuada de dientes para producir el movimiento planetario descrito en las inscripciones, explicando así cómo lograba el mecanismo predecir el movimiento de los cuerpos celestes.
No obstante, el cálculo de los ciclos se ve dificultada por la antigua creencia de que la Tierra estaba en el centro del sistema solar. Este geocentrismo requirió la invención de intrincados modelos para explicar el aparente movimiento retrógrado de los astros, causado por una ilusión óptica que se produce cuando los planetas que se mueven más rápido adelantan a los más lentos mientras orbitan alrededor del Sol.
“Si quieres mostrar todos los planetas, tienes que conseguir que todas sus posiciones sean correctas”, explica Adam Wojcik, coautor de la investigación, que concreta: “Al girar la manivela del lateral del mecanismo, todos estos pequeños planetas empiezan a moverse como un reloj en esta especie de ‘miniplanetario’ y, de vez en cuando, uno de ellos girará hacia atrás, y luego volverá a avanzar, y entonces otro, más alejado, empezará a girar hacia atrás”.
Con este nuevo entendimiento sobre el funcionamiento interno de este enigmático dispositivo, los investigadores planean reproducir a escala real el aparato para poner a prueba los resultados de su investigación, los cuales fueron publicados recientemente en Nature Scientific Reports.